Una de las principales conclusiones del I Encuentro Nacional de Docentes del Nivel Inicial, organizado por el SUTEP y auspiciado por la Derrama magisterial y el Colegio de Profesores del Perú, es que dicho proceso debe iniciarse en el 2018 con la evaluación de los profesores y profesoras del nivel inicial de las escalas V y VI y concluirse con los docentes de las escalas I al IV del nivel secundario en el 2021.
Al respecto, el Secretario General de la máxima entidad de los docentes del Perú, Alfredo Velásquez Acosta, indicó que es conocido que en el sistema educativo peruano no existe una entidad que forme evaluadores, una carencia que ha obligado a los funcionarios del Ministerio de Educación a realizar una capacitación de 30 horas a los directores designados de las instituciones educativas.
“Creemos”, sostuvo, “que a la luz de los resultados, y concluido el proceso de acreditación, el tiempo es insuficiente,; ya que los mismos directivos tienen otras responsabilidades más que cumplir en sus instituciones educativas a su cargo. Esto podría, en los hechos, hacer prevalecer la subjetividad a la hora de la aplicación de los instrumentos, más aun cuando a los docentes y otros miembros de las comisiones de evaluación no se les hace partícipe del proceso de elaboración y aplicación de los instrumentos; mucho menos certificarlos como evaluadores”.
Por su parte, el Secretario de Asuntos Pedagógicos del SUTEP, Luis Espinoza Tarazona, indicó que es bueno precisar que en el ámbito nacional, por las características geográficas, de comunicación y accesibilidad, la información pertinente y de manera adecuada no está llegando a los docentes básicamente de las zonas rurales y de frontera, constituyéndose en un factor que no garantiza una oportuna, optima y fehaciente información, que a su vez genera malestar en el magisterio de estas zonas, en vez de constituirse en factor persuasivo hacía a los mismos.
Velásquez Acosta detalló aún más esta situación: En muchos ámbitos del quehacer educativo es frecuente la confusión entre una evaluación y una medición. Si bien la medición es una fase previa que proporciona objetividad a la evaluación, ésta constituye un proceso más amplio donde esa información obtenida se analiza de forma sistemática, con el fin de formular juicios de valor y tomar decisiones.
“El elemento más característico de la evaluación es la formulación de un juicio de valor y sobre el resultado detectado por nuestra medición (de ahí que a veces evaluación se confunde con medición). Para evitar este riesgo, debe conocerse y establecer con claridad los criterios sobre los que se han formulado esos juicios”, acotó.
Por ello, en relación a la evaluación del desempeño docente que se propicia el MINEDU, colegimos por las características que presentan los cuatro instrumentos oficializados para llevar adelante la evaluación que se trata de una evaluación de orientación meramente cuantitativa, que implica control y medición; por tanto, podemos concebir la presente evaluación como algo que solo nos proporcionaría antecedentes para un diagnóstico.
Finalmente, subrayó la importancia de que este ciclo de evaluación docente hacia el 2021 debe constituirse en una evaluación diagnostica y no de permanencia; y que luego de concluido el ciclo de evaluaciones de desempeño se evalúe los instrumentos y a los aplicadores con el objetivo de mejorar y superar el proceso y los instrumentos. Así como la inmediata inclusión de un veedor del SUTEP en la Comisión Evaluadora.